sábado, 28 de febrero de 2009

miércoles, 25 de febrero de 2009

EL CERTAMEN दे PLAZA CASTILLA

De nuevo el certamen de Plaza Castilla
Fernando Llorente sigue con este gran proyecto, ya en su cuarta edición. Es el certamen de dulzaina Folklore Plaza Castilla y este año se celebra el 14 de marzo.
Os animo a pasaros por allí, aquí teneis el programa:


lunes, 16 de febrero de 2009

PARTES DE LA DULZAINA


La dulzaina es un instrumento de viento de lengüeta doble de la familia del oboe (es el equivalente de la bombarda bretona). Tiene forma cónica y unos 30 cm de longitud.
Material
Está fabricada con madera de palosanto, granadillo, algarrobo, azufaifo, etc. La dulzaina de tipo castellano posee además llaves metálicas. Algunos artesanos pueden incluir anillas en determinadas partes del torneado, así como en la boca o campana.
Partes
El tubo cónico tiene tres zonas diferenciadas, llamadas cubilete, cuerpo y campana.
Cubilete: es la parte superior donde se coloca a presión el tudel con la caña.
Tubo parte situada entre el tudel y la caña.
Tudel: Es la pieza de metal que va a servir de puente de unión entre la pita y el cuerpo de la dulzaina. Es uno de los elementos más importantes de la dulzaina. Normalmente se hacen torneados y a veces soldados, de lata, y repasados al torno (si está bien hecho da lo mismo). Sirve para afinar ciertos tipos de dulzaina. Puede ser más largo o más corto según el constructor. Una vez torneado se hace el vaciado, que es una continuidad del cono del cuerpo de la dulzaina y ha de tener el mismo calibre. En la parte de unión con el cuerpo lleva una banda de corcho o hilo con el fin de que no pierda aire el instrumento.
Caña o pipa: está formada por dos palas de caña simétricas pero independientes, unidas entre sí por hilo o alambre. Es la que se encarga de producir el sonido.
Cuerpo: Se pueden usar distintos tipos de madera para su construcción. Hay que buscar maderas que tengan sonoridad. No importa la dureza, pues hay maderas blandas que suenan bastante bien y a la inversa. El ébano es la que ofrece mejor sonido. Otras maderas que dan buen sonido son: ébano-granadillo, wengué, palorrosa, bubinga, boj canadiense (el nacional no porque se tuerce), algarrobo macho, guayacán y olivo. Casi todas son de importación. Un ejemplo de madera dura que no suena bien es el palorrojo.
Antes de la fabricación y una vez comprada la madera, bien a medida o en tablones, hay que seleccionarla ya que no toda es aprovechable. El ébano ha de secar a la sombra durante muchos años, es muy delicado. Es el ébano un árbol de corteza blanca y negro el interior, de él se suele aprovechar todo. Del wengué el corazón no sirve y de la bubinga se puede utilizar todo.
Una vez cortada la madera a la medida se sierra y se cilindra. Después del cilindrado se hace el vaciado. Para hacer éste se usa el torno; se meten distintos tipos de brocas y por último el escariador cónico que va a dar forma final al interior del cuerpo de la dulzaina. Esta pieza está diseñada por ordenador.Una vez hecho el vaciado hago la parte externa usando un torno copiador y automático y antes de hacer las ventanas o agujeros se afina la última nota (SI), acortando un poco si es necesario.
Para hacer las ventanas (agujeros) hay que tener en cuenta tres variables que son: 1.- Punto en el que van situadas en el cuerpo de la dulzaina y anchura del pabellón en cada punto.
2.- Diámetro de cada ventana.
3.- Distancia entre ventanas.
Se afina después la escala diatónica y luego, al poner las llaves, la cromática. Las llaves que se montan sobre la dulzaina y que tienen como fin el poder tapar determinadas ventanas suelen tener tres piezas: 1.- Cazoleta 2.- Eje 3.- Rabo de la llave
Se emplea para su fabricación latón. Al trozo de metal se le da forma limándolo y soldando con plata las distintas piezas.
También podrían hacerse fundiendo el metal y usando un molde. Después de lijadas y pulidas se les da un baño de cromo.
Para fijar las llaves sobre el cuerpo de la dulzaina se usan unos pilares (hechos a torno) que van roscados. Entre estos pilares se asentarán las llaves que llevan un muelle para que realicen su función. Suele ser el muelle un alambre de acero que sale del pilar taladrado al tetón de la llave para hacer girar a éste. Hay otros tipos de muelles en espiral, sobre todo en las llaves largas. En las cazoletas van montadas las zapatillas que están construidas con un cartón recubierto de badana (o corcho). La función de las zapatillas es tapar los agujeros. Hay ocho o nueve llaves distintas en cada dulzaina.
Campana: con un diámetro aproximado de 5,5 cm y una longitud de 9 cm, es la parte final; es el amplificador natural y tiene un orificio a cada lado.

Por Regiones
En Aragón se toca acompañada de un tambor, redoblante o caja. En el pirineo Aragones hay una variante conocida como trompa (varias se denominarian trompas),con el final mas redondeado y de madera se acompañan de un tambor pequeño y gaita aragonesa

En la Comunidad Valenciana se conoce como dolçaina o chirimita y se acompaña de un tambor denominado tabalet. En los últimos años, ha aumentado el número de "colles" de entre veinte y treinta músicos, que además de realizar pasacalles, y acompañar en las fiestas de moros y cristianos, realizan conciertos con un variado repertorio que sorprende a propios y extraños. Es un instrumento en auge.

Su sonido se escucha también por la amplia región de Castilla, donde suele tener llaves en los agujeros, siendo elemento muy arraigado al folclore segoviano, charro, soriano , alcarreño, etc., casi siempre acompañado por un tamboril o caja, cuyo intérprete es denominado tamborilero, tamboritero o redoblante.

En estas regiones el nombre de chirimía está casi perdido, pero así se llamó, y existen denominaciones locales como charambita o chirimita, que derivan de aquella (también se la denomina gaita en La Rioja, Navarra, Soria, Burgos, Madrid, y Guadalajara. Dentro de Castilla es común el nombre de pito, y en Cantabria se conoce como "vozaina" y se toca acompañada de tamboril o caja, aunque fue desplazada durante el siglo XIX por el pitu montañés.

En la comarca de La Mancha albaceteña y conquense, se le llama pita y al tocador el tío de la pita.

En Cataluña se conoce como gralla o, menos frecuentemente, dolçaina.

MAS HISTORIA DE LA DULZAINA

Los instrumentos precursores de la dulzaina fueron originarios de Mesopotamia hacia el año 3000 a. C., donde había una amplia diversidad de instrumentos muy parecidos. Todos estos instrumentos de viento y lengüeta fueron englobados dentro del término abub. Este fue el precursor de sus sucesores aulos en Grecia y tibia en Roma. Todos tienen elementos comunes, como sección cónica y lengüeta; fueron extensamente conocidos en todas las civilizaciones antiguas mediterráneas, hasta el punto de relegar a los instrumentos derivados de la flauta a un segundo plano.

A veces estos instrumentos contaban con dos tubos, situados en ángulo cerrado y unidos por un travesaño, siendo uno melódico y otro de nota fija o bordón, como la gaita y el propio aulos griego.

Este instrumento de viento de la antigüedad estuvo a punto de desaparecer en los albores de la Edad Media, puesto que las invasiones nórdicas impusieron su propios instrumentos. Por lo que atañe a los de viento, preferían las trompas, motivo por el cual en el siglo V se extinguieron muchos instrumentos de lengüeta, que tuvieron que ser reimportados por los árabes cuando penetraron tres siglos después en España. Esto explica que durante un largo periodo de tiempo, solo se encuentren dulzainas en el sur, citadas en los textos con variantes arábigas del vocablo zolami, muy común en los escritos musicales de Al-Andalus, la actual Andalucía. El primer nombre específicamente castellano de la dulzaina fue el de albogue, documentado en el Libro de Alexandre (siglo XIII), y posteriormente aparece en el Libro de buen amor del Arcipreste de Hita y en El Quijote de Miguel de Cervantes, ya con el nombre de chirimía, o con los de dulzaina y albogue.

...En esto de las campanas anda muy impropio Maese Pedro, porque entre moros no se usan campanas, sino atabales, y un género de dulzainas que parecen nuestras chirimías. El Quijote - Miguel de Cervantes

Cuando Cervantes dice esto, está diferenciando la culta chirimía de la popular dulzaina, que a partir del siglo XVIII formará parte indiscutible de nuestro folclore. La primera era más larga, entre 50 y 60 cm, en tanto que la dulzaina oscila entre los 30 y 40 cm.

Ya en un diccionario publicado en 1726, titulado Diccionario de autoridades, se dice que la dulzaina es ...à manera de trompetilla, úsase en las fiestas principales para bailar. Usaron mucho los moros deste género de instrumento.

EL PALATEO EN LA PROVINCIA DE SEGOVIA


La dulzaina es un instrumento de viento parecido a la chirimía, pero más corto y de sonidos más altos, produciendo dentro del alcance de su tesitura, lo mismo en la región grave como aguda de la voz, sonidos muy intensos, lo que hace que este instrumento cuando se toca al aire libre produzca resultados muy apreciables, tanto por su intensidad como por su peculiar timbre de voz, incluso ante grandes bullicios.
La etimología u origen de este instrumento la podemos reseñar a partir de varios milenios antes de Jesucristo, en el antiguo Egipto, según los mas recientes descubrimientos de eminentes investigadores, dándonos testimonio de su configuración pinturas egipcias, monumentos, esculturas y toda clase de vestigios de orden plástico hallados en diferentes lugares, donde se ven figuras de esta clase de instrumentos.
En principio vemos como la forma de este instrumento es la de una flauta recta sencilla o doble en forma de ángulo, que denominaban SAIBIT, gran flauta transversal; existía otro modelo de flauta llamada MEM, con embocadura de estrangul doble, semejante a la del actual oboe, que se construía con una rama de árbol llamado LOTOS; también usaban la doble flauta, parecida al actual clarinete de tubos paralelos con embocadura de estrangul simple. Pues bien, de la flauta llamada MEM podemos decir, con toda certeza, tiene su origen la actual dulzaina.
La dulzaina se introdujo en España a partir del siglo XV más o menos, procediendo de los países de Oriente Medio; su influencia ha sido importante en zonas de la región de Levante, Navarra y alguna otra, pero donde más raigambre y prestancia ha alcanzado este instrumento ha sido en las distintas provincias castellanas y concretamente en Castilla La Vieja, imprimiendo y tomando carácter propio, haciéndose poco menos que imprescindible su intervención en toda clase de fiestas de carácter tradicional y popular tales como fiestas patronales, romerías, rondas, procesiones, etc.; interpretando danzas, jotas y demás motivos de estilo y carácter netamente folklórico y popular.
Como se sabe, en un principio la dulzaina carecía de llaves, hasta que a principios del siglo XX se empezó a construir la dulzaina con llaves, atribuyendo tal iniciativa al gran dulzainero y músico castellano Lorenzo García Blanco, quien con este nuevo sistema y en cuantos certámenes de dulzaina tomaba parte, siempre obtenía los primeros premios; por esta época fueron también grandes dulzaineros Angel Velasco, Modesto Herrera y otros varios que consiguieron dar gran popularidad y renombre a este instrumento.
Gregorio García Vicente.

miércoles, 28 de enero de 2009

POESIA DEL DULZAINERO


Poesía del dulzainero
Dulzainero de alta escuela,que sembraste de cancioneslos caminos y veredasde las calles y los pueblos,de las plazas y las erasen toda Castilla entera.Dulzainero, que has tenidosiempre la mente repletade bonitas melodíaspara tocar en las fiestas.Dulzainero, que has unidoen el baile a las parejasque han llegado al matrimonioporque, al son de tu dulzaina,se sintió feliz la mozacuando despacio, al oído,escuchó el primer te quieroque el mocito le dijera.Dulzainero complaciente,que serviste siempre bien,con dignidad y respeto,en los pueblos a la gente.Dulzainero fuerte y rudo,que tuviste el orgullode cansar al bailadorcon tus jotas y corridos.Dulzainero, que a tu son,viste nacer el amor,de tantos y tantos noviosque después se culminóllegando hasta el matrimonio.Dulzainero que empezastesiendo tan sólo un chiquilloy que todos los domingos,mientras los demás jugabanal pídola o a los indios,tú tenías que tocarcon tu padre y con tu tíopara que el pueblo bailara.Dulzainero, hombre valienteque has desafiado al tiempopor servir bien a las gentescuando con un borriquillo,o una simple bicicletay muchas veces andando,has ido hasta muchos pueblospara tocar en sus fiestas.Dulzainero dulce y finoque algún amor has dejadoa la orilla del camino,sin haberlo pretendido,son las cosas del destino:la moza en ti se fijó,ella por ti sintió amory a ti nunca te lo dijo.

ALDEA DEL REY NIÑO

UN DIA EN UNOS DE LOS CERTAMENES DE LA ESCUELA DE DULZAINA Y TAMBORIL ALDEA DEL REY NIÑO

La historia viva de la dulzaina, en los 120 años de ‘Los Talaos’

Estanislao “Talao” Sánchez fue, en 1888, el primero y, 120 años después, sus descendientes continúan con la tradición. El grupo de dulzaina ‘Los Talaos’ está de aniversario y, para celebrarlo, nada mejor que ofrecer un concierto en Ávila y editar un DVD y un CD.
El concierto que ofreció esta formación el pasado mes de agosto en El Barco de Ávila ha sido grabado y quedará para la posteridad junto con un libreto y un DVD en el que se explica cómo ha ido evolucionando esta formación musical de más de un siglo de historia.
Una historia a la que, según recordó el presidente de la Diputación de Ávila, Agustín González, presente en el acto de celebración, él contribuyó, por su dedicación a la dulzaina y el gusto por este instrumento musical que le llevó a impulsar la creación de la Escuela de Dulzaina, por la que ya han pasado más de 300 alumnos.
Los protagonistas del acto, sin embargo, fueron los tres hermanos que aún integran esta formación, compuesta ya por media docena de miembros, y que tiene sus raíces en la localidad salmantina de Salmoral.
El Auditorio de Caja de Ávila acogió este singular acto en el que no faltaron los discursos emocionados y la colaboración de varias formaciones musicales más de dulzaina que han seguido los pasos de este centenario conjunto de dulzaineros.

ORIGENES E HISTORIA DE LA DULZAINA

ORÍGENES E HISTORIA DE LA DULZAINA
La línea imaginaria que separa el período prehistórico del que consideramos
historia viene marcado por la aparición de lo escritura. A ese punto, a finales del IV
milenio a.c., y como consecuencia de la aparición de la escritura, comienzan a
registrarse las estructuras y actividades sociales, políticas y económicas,
transmisión de los mitos fundadores y cohesionadores de la ciudad,
transformación de las estructuras psicolingüísticas... Se acelera un proceso
evolutivo de las sociedades neolíticas que se verá reflejado de manera definitiva a
la zona del Cercano Oriente.
En el territorio comprendido entre los ríos Tigris y Éufrates comienzan a
desarrollarse notablemente una serie de ciudades que, como consecuencia de los
avances tecnológicos aplicados a la agricultura (base de la economía), ven
aumentar su población, y se encuentran abocadas a una expansión provocadora
de constantes enfrentamientos entre ciudades-estado vecinas. A cada ciudad-
estado correspondía un número indefinido de templos que desarrollaban en su
interior una serie de cultos a las divinidades tanto locales como "nacionales" en
relación a la propia etnia (en este caso sumeria). Los instrumentos utilizados en
estas ceremonias comprendían una gran variedad, tanto instrumentos de cuerda
(arpas con caja o sambuca, liras...), como una infinidad de instrumentos de
percusión (tambores, platos, panderos...), y además tenemos constancia por los
grabados de intrumentos de viento entre los que destacan la existencia de flautas
sencillas y dobles, estas últimas conocidas como aulos a partir de su
popularización al modo griego. Estos aulos dobles utilizados en sus ritos eran,
posiblemente, dos cilindros de igual longitud con cuatro agujeros cada uno.
Este tipo de flauta doble se transmitirá a la cultura egipcia donde se amplía la
variedad de los instrumentos, documentándose dos tipo más de flautas: la
conocida como de mam, de pico o boqueta y relacionadas con la flauta simple que
encontrábamos en Mesopotamia, y la conocida como a sebi, utilizada
horizontalmente a modo de travesera. así y todo, el instrumento más utilizado era
el arpa, que varía a lo largo del tiempo evolucionando del arpa media de seis o
siete cuerdas hasta el arpa monumental de veinte cuerdas. De los instrumentos de
percusión destaca la intervención en casi todas las celebraciones de panderos y
crótalos, así como los sistros (aunque estos se reservaban para el culto). También
destaca la utilización de la trompeta dentro del campo militar.
En el mundo clásico encontramos numerosas representaciones de
acontecimientos musicales ya que, tanto la gimnástica (entendimiento como
entrenamiento militar) como la música (incluida la danza de carácter ritual, la
recitación...) formaban parte de la educación básica de un ciudadano de Atenas.
Las muestras gráficas que encontramos sobretodo en el mundo griego nos
muestran una gran variación de intrumentos de cuerda (predominante la lira) y de
percusión, pero en lo referente al viento parece que toman casi exclusividad los
aulos.
Page 2
Encontramos numerosas representaciones de los aulos en la cerámica griega que
nos hacen referencia a fiestas dedicadas a Dionisos, donde se interpretaban una
serie de cánticos conocidos como comos que dieran origen a la comedia, pero
también encontramos que era un elemento relacionado con la práctica del teatro.
El mundo romano tiene tendencia a imitar en muy diversas vertientes la cultura
griega, el ejemplo más claro le encontramos en el arte, ya que muchas de las
obras griegas que conocemos hoy día son realmente copias romanas.
También comprobamos como se dá una imitación de los edificios, tanto a nivel de
características externas como de funcionalidad. La música no escapa de éstas
corrientes, de hecho, muchos de los músicos profesionales que encontraremos en
Roma son originarios de Grecia (al igual que sucede con los escultores, pintores y
arquitectos). Pero la música raramente se integró en la educación de los romanos,
estos se contentaban con asistir a conciertos que se realizaban en los odeones o
en sus propias casas, pero los que sabían tocar algun instrumento eran muy
pocos.
Los instrumentos utilizados en el mundo romano son prácticamente los mismos
que al mundo griego, como instrumentos de cuerda encontramos la lira y la cítara,
en viento continúa destacando la presencia del aulos, que en Roma recibirán el
nombre de tibia, utilizadas tanto en ritos como en el teatro para acompañar las
partes cantadas o recitadas, en los banquetes, en los juegos... Otros instrumentos
de viento son el órgano hidráulico (que se puso de moda para acompañar los
espectáculos del circo), o diferentes tipos de trompas (tuba, bucina, cornu ...)
dentro del mundo militar.
En la Península Ibérica encontraremos también este tipo de instrumento de doble
lengüeta conocido como aulos o tibia. Las representaciones más próximas
geográficamente las encontramos en la cerámica de Llíria, concretamente en uno
de sus vasos donde aparecen dos músicos, un tocador de aulos que junto a un
tocador de una gran trompa acompaña una calaña de danza ritual relacionada con
el mundo guerrero. También le encontramos en el mundo religioso, como es el
caso del retablo miniatura del santuario de la Serreta de Alcoy, donde se presenta
una representación de la diosa madre amamantando a dos bebés, y a su derecha
aparecen dos figuras humanas, una adulta y otra de un infante tocando el aulos.
En relación al rito funerario encontramos el relieve de Osuna (Sevilla), que
formaba parte de un monumento funerario y donde una mujer aparece tocando la
aulos en una ceremonia funeraria.
Con la llegada del Abajo Imperio y la posterior ocupación de las tropas bárbaras
del territorio asitimos al establecimiento del cristianismo como religión
hegemónica. El cristianismo, plenamente establecido entre las clases aristócratas
militares tanto de origen romano como germánico, pretende imponerse por medio
de la superposición de cultos. Pocos datos tenemos al respecto de esta etapa, y
de la utilización de intrumentos musicales, pero parece ser que se utilizaban los
mismos instrumentos que en el mundo romano, aunque su uso disminuye.
Page 3
Este período finalizará con la entrada el 711 de las tropas islámicas
norteafricanas.
En 711 penetran en la Península Ibérica las tropas islámicas y en poco más de
tres años logran dominar prácticamente el territorio, dejando sin conquistar la
franja norte peninsular, en la zona donde posteriormente se formarían los reinos
cristianos. Así encontramos el asentamiento árabe, con la consiguiente rotura de
las estructuras sociales, religiosas y políticas que se estaban formando como
consecuencia de la caída del Imperio, y lógicamente, se produce un viraje cultural
importante.
Con respecto a la música de este período hay que destacar el predominio inicial
de la música vocal sobre la instrumental, tanto a nivel culto como popular. Son
muy generalizados entre los beduinos del desierto el hida o "canto de los
camelleros" y la buka o "lamentación fúnebre". También tenemos conocimiento de
cánticos entonados antes de entrar batalla, que solían estar acompañados de tres
instrumentos: el mizhar (laúd), la gussaba (flauta) y el duff (timbal). En las
ciudades también encontraremos diferentes tipo de cánticos que llevan un mayor
apoyo instrumental, destacando un tipo de oboe conocido como a mizmar. La
construcción de instrumentos de este período tuvo un importante centro en la
ciudad de Sevilla.
El Secundí nos hace una enumeración de los instrumentos que se construían en
Sevilla y donde destaca el zolami, antepasado más directo de la dulzaina.
También por otras fuentes documentamos la existencia del sornai (silbato), el nai y
el donai (semejantes al aulos y al doble aulos, respectivamente).
Con la conquista cristiana del s.XIII comenzamos a encontrar multiplicadas las
referencias a las dulzainas, ahora ya con esta denominación, aunque también es
frecuente que sean nombradas como xirimites o xirimies. Encontramos como el
dulzainero es un músico de la corte que se agrupa junto a otros músicos al
servicio del monarca en traíllas de ministrets.
Aunque la formación de éstas traíllas era heterogènea hay que destacar dos
grupos distins, aquellos que estaban compuestas por instrumentos de viento (tanto
madera como metal) y percusión, y otro grupo compuesto por instrumentos de
cuerda y tecla. Dentro del primer grupo destacaban instrumentos como la
cornamusa o la dulzaina, instrumentos por los cuales el monarca Pedro el
Ceremonioso tenía gran predilección.
Éstas traíllas entre las que encontramos la dulzaina ocupaban un importante lugar
en numerosos actas tanto civiles como religiosos. Numerosas pruebas
encontramos en los documentos literarios de la época. De esta manera
encontramos como Ramon Muntaner (1265-1336) nos describe que durante la
coronación de Alfons el Benigne en Zaragoza "menam trompadors e tabaleter e
nafil e dolsaina". Y posteriormente nos hace referencia al "grande brugit de
trompas e de timbales e de dolsaines".
Page 4
También Joanot Martorell en su obra Tirat lo Blanc hace referencia a nuestro
instrumento cuando describe la boda de Tirant con Carmesína: "trompetes, añafils,
clarons, xaramites e musetes, e timbals"...
A partir de 1442 los Jurados de Valencia costean un dulzainero con sueldo anual
con tal de que actúe en los actoos que sea necesaro, llegándonos hasta nosotros
nombres como a los de los dulzaineros Gaspar Savall (1565) y Jeroni Ortís (1586).
Será ahora cuando el dulzainero abandone la disciplina de la traílla y tome el
camino individualmente, siendo alquilado por los gremios para las fiestas
patronales. La figura del dulzainero se constituye en una especie de oficio que se
continua por tradición de padres a hijos llegando a constituirse verdaderas
dinastías de dulzaineros, como los Cardona de Oliva, que a finales del s.XIII
demostraron judicialmente haber desarrollado la labor de dulzainero en la villa
durante más de 300 años.
Así nos encontramos en el s.XIX época en que los dulzainero gozaban de mucha
consideración y percibían importantes sueldos. Fué en esta centuria cuando los
dulzaineros lograron mayor popularidad al incluir en su repertorio nuevas melodías
tradicionales.
De este siglo destacan dulzaineros como Josep Pastrana de Llíria, Honorato Gil
de Alfarp, Carmelo el del Carmen, Josep Sanfeliu (maestro de Joan Blasco), Luís
Hernández de Alcàsser del que se dice que era capaz de tocar dos dulzainas a la
vez o el Pilotero, que durante muchos años fue jefe de cuadrilla en la popular
danza de los Enanos del Corpus de Valencia. Mención a parte merecen los
dulzaineros de Talas, saga familiar fundada por Salvador Montoliu, y que llega a
su punto más alto con su hijo Vicent que, después de una actuación durante las
fiestas de San José en la plaza de toros lanzó a la fama a su grupo de
dulzaineros, llegando a actuar en el Palacio Real de Madrid.
La fama del dulzainero durante el s.XIX fue tal, que incluso el escritor valenciano
Vicente Blasco Ibañez, el año 1896 escribió el cuento Demonio donde narraba las
peripecias de un dulzainero del mismo nombre.
El s.XX comienza con la continuidad de algunos de los dulzaineros mencionados
(Sanfeliu, H.Gil, Carmelo del Carmen...) y hacen su aparición otros como Joaquin
Juan de Tabernes de Valldigna, Marino de Benicalap, Simeón de Pedriscal o
Bautista Baset de Benifairó de la Valldigna. Pero la dulzaina comienza a dejar de
ser un oficio heredado y su uso comienza a ser cada vez menos extenso y caerá
en un proceso de degradación que solo se frenará bien entrada la segunda mitad
del s.XX con la semilla de Joan Blasco.
Gracias a él se publicó el primer método de dulzaina y dio las medidas para lograr
la afinación del instrumento. También a él se debe la creación de la Escuela
Municipal de Dulzaina de Valencia.
Page 5
De entre sus alumnos encontramos la práctica totalidad de los dulzaineros que en
la actualidad podemos encontrar a las fiestas de nuestros barrios y pueblos.
Dulzaineros como su hijo Paco Blasco, Ernest Llorca, Josep Leto, Marcial de
Chiva, Llorens de Benimaclet, Xavier Ahuir, Xavier Richard....
También hay que destacar la labor realizada por grupos de música folclórica y
popular que, escapando algo de la ortodoxia folclórica imperante aún hoy día, han
realizado un importante trabajo de recuperación y difusión de melodías y letras
populares, así como la utilización de instrumentos populares, entre los que se
encuentra la dulzaina.
Destaca de entre el resto el grupo Al Tall, pero también hay que señalar a grupos
como Tres Fan Ball o Urbàlia Rurana.
Además podemos encontrar la plasmación práctica del revivir de la dulzaina en los
aplecs y concursos que se realizan a lo largo del año en nuestro territorio, así
como de la convocatoria del concurso de composición para dulzaina Ciudad de
Algemesí.